martes, 21 de febrero de 2012

BIOGRAFÍA DE GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER


Gustavo Adolfo Bécquer, nació en Sevilla el 17 de febrero de 1836, y murió en Madrid el 22 de diciembre de 1870, a la edad de 34 años.
Fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo, aunque escribió en una etapa literaria perteneciente al Realismo. Por ser un romántico tardío, también lo asociaron al posromántico. Aunque mientras vivió, no fue muy conocido, tras su muerte, ganó verdadero prestigio y se publicaron muchas de sus obras.
Su padre fue el pintor José Domínguez Insausti, que firmaba sus cuadros con el apellido Bécquer de sus antepasados. Por lo que, tanto Gustavo Adolfo como su hermano, el pintor Valeriano Bécquer, también lo adoptaron.
En 1846, con diez años, ingresó en el colegio de San Telmo de Sevilla, donde recibió clases del gran poeta Alberto Lista.
En 1847, quedó huérfano de padre y madre, y fue adoptado por su tía materna, aunque Gustavo y su hermano se adoptaron el uno al otro, realizando muchos trabajos y viajes juntos.
Tras varios escarceos literarios, escribió “El trono y la nobleza de Madrid” y en las revistas sevillanas, “La Aurora y El Porvenir”.
En 1858 se enamoró de una cantante de ópera y escribió sus primeras Rimas como “Tu pupila azul”. En 1860 consigue trabajo como redactor en el periódico “El Contemporáneo”. Y en 1864 trabajó como censor de novelas.
Algunas de sus obras son:
-La cueva de la mora (1863)
-La rosa de pasión (1864)
-Libro de gorriones (1868)
  •  Teatro: “La cruz del valle”.

POEMA DE GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER


Volverán las oscuras golondrinas
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
esas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas 
de tu jardín las tapias a escalar, 
y otra vez a la tarde, aún más hermosas,
sus flores se abrirán.

Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día...,
esas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño,
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
así… ¡no te querrán!

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER